Les enseñó las manos y el costado

Se presenta en medio de ellos sin necesidad de abrir las puertas, ya que su cuerpo es glorioso y puede atravesar las paredes. Les muestra las manos y el costado abierto para que se den cuenta que es Él y no un fantasma. Además, de esa forma, ya no queda duda de que realmente ha resucitado, porque todos sabían que Jesús había sido crucificado.

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