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Historia Fundador Organización, Carisma y Regla Actividades Links

                

HISTORIA

      Este movimiento –el Camino Neocatecumenal- fue iniciado por Kiko Argüello (del que hablamos en el punto 2). Kiko experimentó, durante su etapa universitaria, una crisis existencial que le llevó a dejar de lado la Iglesia Católica. Superada esta crisis, sintió la necesidad de predicar en los suburbios de Madrid el mensaje de Cristo. Impulsado por esta fuerza espiritual se convirtió en apóstol entre los gitanos y quinquis que vivían en el barrio de Palomeras Altas, ubicado a las afueras de Madrid.  

                 
          Allí los gitanos y quinquis, se interesaban mucho por la Biblia y lo que Kiko les contaba. Fue aquí, en la mas absoluta pobreza, donde comenzó a forjarse el germen del movimiento. Fue en una de las reuniones que Kiko organizaba, donde se forjaron los cimientos del Camino: el anuncio de la muerte y resurrección de Ntro. Señor Jesucristo. Allí, entre barracas y basura, nació la primera comunidad neocatecumenal. En palabras textuales de Kiko Argüello: ...allí en las barracas apareció un trípode que es en el que se basa todo el Camino Neocatecumenal: la Palabra de Dios-el Kerigma-el Anuncio cristiana; la liturgia, porque la Palabra lleva al hombre a dar gracias al Señor. y comunidad. Palabra, Liturgia y Comunidad.” 

 

      Pero no todo fue un camino de rosas. Durante la dictadura de Franco, la policía quiso tirar toda la zona de barracas. Kiko acudió en busca de amparo al, entonces, arzobispo de Madrid: D. Casimiro Morcillo. Éste, para gran alivio de Kiko y los habitantes de Palomeras, acudió en su defensa y frenó las demoliciones. Fue entonces cuando D. Casimiro, conoció la labor de Kiko y Carmen (quien, al conocer la obra apostólica de Kiko, se unió a el). Les dio permiso para ir a la parroquia mas cercana a celebrar las eucaristías. Este hecho fue el muelle que propulso el Camino Neocatecumenal.

      

         Al poco de suceder esto, Kiko fue llamado a Roma. Aquí siguió con su labor. Con el paso de los años, las comunidades fueron creciendo y multiplicándose hasta estar presentes en casi todo el mundo.  

         Finalmente, el 29 de Junio del 2002, eran aprobados los Estatutos oficiales del Camino Neocatecumenal por Su Santidad el Papa Juan Pablo II. Por estas fechas el Camino ya estaba difundido por 105 naciones de los cinco continentes y con mas de 1500 comunidades distribuidas en 800 diócesis y 5000 parroquias.

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FUNDADOR

          Como hemos dicho en el punto anterior, Kiko Argüello fue quien fundó el movimiento apostólico del Camino Neocatecumenal. A Kiko Argüello nunca le gusta utilizar la palabra "fundador". El dice que es Iniciador, porque no ha fundado nada y nunca fue su intención fundar nada. Dios se ha valido de él y de Carmen Hernández para iniciar este Camino en el mundo. Es el responsable del camino neocatecumenal

          Francisco Argüello nacía el 9 de Enero de 1939 en el seno de una familia burguesa leonesa. A los dos años de edad se trasladan a la capital por motivos laborales del padre. Su familia, católica practicante, le educó desde la infancia en la fe, llevándolo a un colegio católico y a las catequesis parroquiales antes de hacer la primera comunión. Cursó Bachillerato y posteriormente ingresó en la Universidad de Bellas Artes.  

                

    Durante su época universitaria, influido en parte por el ambiente ateo-marxista que se respiraba, sufrió una crisis existencial que le llevo a apartarse de la Iglesia. Aquí se dio cuenta de que la fe que le habían dado sus padres no le era suficiente. Durante esta crisis, su vida se redujo a la pintura. Obtuvo numerosos premios, incluido un premio extraordinario a escala nacional. Incluso llego a montar exposiciones de sus propias obras. Pero esto no llenaba el vacío que tenía en su interior. Como se decía Kiko a si mismo: «vivir ¿para qué? Para pintar. Y pintar ¿para qué? Para ganar dinero. Y ganar dinero ¿para qué, si nada me satisface?» Al cabo del tiempo sintió de nuevo el caluroso amor divino y acudió a un sacerdote en busca de ayuda. Este sacerdote le recomendó que acudiera a los llamados Cursillos de Cristiandad. En estos cursillos, Kiko, encontró lo que andaba buscando: su fe. Se despojó de todos los prejuicios que había adquirido contra la Iglesia y comenzó su andadura hacia la santidad. 

A raíz de su vuelta a la Iglesia Católica , Kiko inició una compañía de arte. Con esta compañía recorrió parte de la geografía española estudiando el arte post-conciliar. En un de estas visitas, en el desierto de los Monegros, Kiko conoció a los Hermanitos de Foucould. Monjes que se retiran a la vida ascetica y totalmente silenciosa durante 30 años, tiempo que Jesucristo estuvo bajo la tutela de José y María.

  Unas navidades, volvió a casa de sus padres y encontró a la interina llorando. Lloraba porque su marido había sido encarcelado por maltratar a su hijo. Kiko le brindó su ayuda y le acompañó a la interna hasta su casa: una chabola en el suburbio de Palomeras Altas. Allí conoció al marido, un alcohólico. Kiko llevó al marido de la interna en los Cursillos de Cristiandad, lo cual le sirvió de gran ayuda. Pero al cabo de los meses la interna le volvió a pedir ayuda con su marido. Entonces, Kiko, se planteó lo que Dios querría de el. Y tomó la decisión de instalarse en la chabola junto con la interina, su marido y los 9 hijos de estos. Allí comenzó su labor apostólica que relatamos en el punto anterior.

       

   Juan Pablo II, Kiko Argüello, Carmen Hernandez  y don Mario Pezzi

      Durante su estancia en el barrio de Palomeras Altas, Kiko, conoció a Carmen Hernández. Esta mujer sintió desde la mas temprana edad su vocación misionera. A los 15 años hizo su primer intento de irse de misiones a la india. Y a los 21 años de edad, en contra totalmente de la voluntad de su padre, se embarcó de misiones. A lo largo de largos años estuvo de aquí para allá llevando consigo el mensaje que Cristo encargó a los apóstoles. Allá donde el corazón y las circunstancias le llevaran. Y fue la providencia divina la que quiso que Carmen acabará al mismo tiempo que Kiko en las barracas de Palomeras Altas. Fue en este barrio donde Carmen conoció la labor de Kiko y quiso formar parte de ella, convirtiéndose en participante de las Comunidades Neocatecumenales. Hoy en día se reconoce a Carmen también como iniciadora del Camino. Y junto con el sacerdote italiano don Mario Pezzi, dirigen el Camino Neocatecumenal.

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Entrevista a Kiko Argüello

ORGANIZACIÓN, CARISMA Y REGLA.

 

¿Cómo se comienza la labor del Camino Neocatecumenal?

En primer lugar, tiene que ser el párroco quien poniéndose en contacto con la pertinente autoridad, pida al Camino el inicio de las Catequesis para adultos. Si los asistentes a esas catequesis, después de finalizarlas, desean continuar en el Camino, inician una comunidad que toma el nombre de la parroquia en la que se reúnen.

El Camino Neocatecumenal, al que a partir de ahora nos referiremos como Camino, se estructura en pequeñas comunidades. Estas comunidades se reúnen semanalmente, para las actividades que a continuación explicaremos, en las parroquias en las que se iniciaron. Cada comunidad tiene un responsable. Además de los responsables, cada comunidad o conjunto de ellas, tiene unos catequistas. Estos, que fueron los que les impartieron las catequesis iniciales, se encargan de dirigir a la comunidad por el Camino Neocatecumenal, esto es, de guiar los escrutinios de la comunidad de la que son catequistas.

En los estatutos del Camino Neocatecumenal (aprobados por la Santa Sede el 2 de Junio de 2002) se recogen todas las normas que rigen este camino. A continuación resumimos algunos de los puntos mas significativos de dichos estatutos:

La naturaleza del Camino Neocatecumenal es definida por S.S. Juan Pablo II cuando escribe: “Reconozco el Camino Neocatecumenal como un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos de hoy”.

El Neocatecumenado es un instrumento al servicio de los Obispos para el redescubrimiento de la iniciación cristiana de los adultos bautizados.  Entre estos cabe distinguir a aquellos que se han alejado de la Iglesia; a los que no han sido suficientemente evangelizados y catequetizados; a los que desean profundizar y madurar su fe; a los que provienen de otras confesiones cristianas no en plena comunión con la Iglesia Católica.

El Neocatecumenado consta de las catequesis iniciales y del itinerario neocatecumenal, articulado según las tres fases de la iniciación cristiana: precatecumenado, catecumenado y elección, divididas en etapas, jalonadas por pasos marcados por algunas celebraciones. Las catequesis iniciales y el itinerario neocatecumenal se basan en los tres elementos fundamentales (“trípode”) de la vida cristiana, resaltados por el Concilio Vaticano II: Palabra de Dios, Liturgia y Comunidad. Cada comunidad neocatecumenal tiene semanalmente una celebración de la Palabra de Dios, normalmente con cuatro lecturas, según los temas indicados en el Directorio catequético del Camino para cada etapa. 

La Eucaristía, la Liturgia, es esencial al Neocatecumenado, en cuanto a catecumenado postbautismal, vivido en pequeña comunidad. La Eucaristía, completa la iniciación cristiana. Dentro de la Liturgia, se da especial importancia a la Vigilia Pascual," centro de la liturgia cristiana, y su espiritualidad bautismal, son inspiración para toda la catequesis”.  

Por este motivo, durante el itinerario, los neocatecúmenos son iniciados gradualmente a una mas prefecta participación en todo lo que la santa noche significa, celebra y realiza. 

Una vez al mes, cada comunidad se reúne en una convivencia, en la que, después de la celebración de los Laúdes, cada uno expresa su experiencia personal con lo que la gracia de Dios esta haciendo en el, siempre en un ambiente de total confianza y sin coacciones de ningún tipo.

El Camino, como todo verdadero itinerario de catequesis, es también un “medio para suscitar vocaciones sacerdotales y de especial consagración a Dios en las diferentes formas de vida religiosa y apostólica, y para suscitar en el corazón de cada uno la específica vocación misionera”.

La comunidad neocatecumenal, después de haber finalizado el itinerario de redescubrimiento de la iniciación cristiana, entra en el proceso de educación permanente de la fe, perseverando en la celebración semanal de la Palabra y de la Eucaristía dominical y en la comunión fraterna.

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ACTIVIDADES        

Además de orientar espiritualmente a los integrantes del Camino. El camino desempeña, actualmente, una labor de misiones muy importante para la expansión del mensaje de Cristo. Hablo de los itinerantes: célibes, familias o presbíteros, que son enviados por S.S. el Papa a aquellos lugares de los cinco continentes en los que la iglesia Católica no tenga presencia. Y son muchas las familias que hoy en día lo dejan todo para irse con sus hijos a lugares perdidos de la mano de Dios, donde haciendo frente a innumerables contratiempos intentan llevar a cabo lo que Ntro. señor Jesucristo mandó a sus apóstoles: “id por el mundo predicando el Evangelio”.

En 2006, aprovechando la convivencia de familias en misión que se celebraba en Roma, S.S. el Papa Benedicto XVI recibió el 12 de Enero en la sala Pablo VI en audiencia a cerca de 10.000 personas entre las que se encontraban las familias misioneras, 2000 seminaristas de los seminarios Redemptoris Mater, cerca de 1100 presbíteros ordenados en los mismos seminarios, 700 catequistas itinerantes y miles de neocatecumenales procedentes de España e Italia, sobre todo. El Papa se dirigió a las familias itinerantes para recordarles que “el crucifijo que recibiréis será vuestro inseparable compañero de camino, mientras proclamáis con vuestra acción misionera que solamente en Jesucristo, muerto y resucitado, hay salvación”. El fin de esta audiencia no era otra que el envío a misiones de 200 familias integrantes del Camino. Además, S.S. el Papa les entregó a cada familia un crucifijo como signo de su misión.  

Además de esta gran labor misionera, el Camino se encarga de la espiritualidad de los seminarios Redemptoris Mater. Estos seminarios no son propios del Camino Neocatecumenal, sino que son auténticos seminarios diocesanos que dependen del Obispo de la diócesis. La única característica que los diferencia de los demás seminarios diocesanos, es que los seminaristas, además de los estudios propios del seminario, continúan llevando a cabo el camino como una comunidad más.

Juan Pablo II, Kiko Argüello, Carmen Hernandez, Mario Pezzi junto con seminaristas de seminarios Redemptoris Mater

Fue en 1987 cuando se erigió el primer seminario Redemptoris Mater en Roma, desde entonces estos seminarios han crecido hasta 46 a lo largo de los 5 continentes, y son mas de 800 los presbíteros que han sido ordenados en ellos.  

A la par que estas dos labores tan importantes para la Iglesia Católica, el Camino ha desarrollado en el Monte de las Bienaventuranzas, ubicado en Tiberias, Tierra Santa (Israel), un centro de oración. Aquí, todo el que quiera podrá estudiar a fondo las Escrituras, tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento, en un emplazamiento inmejorable: la tierra donde vivió Jesucristo sus años terrenales, antes de subir a los cielos.

Es aquí donde Kiko Argüello, ayudado de reconocidos arquitectos, ha erigido el Domus Galilaeae. Este centro, inaugurado por Juan Pablo II el 24 de Marzo del 2000, esta emplazado en la cima del monte de las Bienaventuranzas, lugar de la multiplicación de los panes y de los peces, además de ser el emplazamiento donde Cristo proclamó el Sermón de la Montaña. Este centro esta ubicado en Tierra Santa, pues su objetivo es ser centro de reunión de cristianos y seminaristas / presbíteros, sobre todo estos últimos, donde se pueda leer el Evangelio a la luz de la Tradición y de las Liturgias hebreas. Para mas información pinchar en este link: http://www.domusgalilaeae.org/

Vista aérea del Domus Galilaeae

Capilla de Oración

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Otros links

      -  www.caminayven.com

      -  www.camineo.info

      - www.camino-neocatecumenal.org

      - www.camminoneocatecumenale.it

 

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