A lo largo del tiempo, la Iglesia ha
necesitado recaudar
dinero
para poder llevar a cabo sus distintas actividades. Estas se
dividen fundamentalmente en seis grandes grupos:
la actividad celebrativa, la actividad pastoral,
la actividad misionera, la actividad educativa y la
actividad asistencial.
En primer lugar, la actividad celebrativa consiste en la
celebración de los sacramentos. Como indica la Conferencia
Episcopal en uno de sus documentos: “La Iglesia vive una fe
que se celebra constantemente en los sacramentos” (Conf.
Epis. Española. Portal de transparencia).
Por ejemplo, en España, más de 10 millones de personas
asisten regularmente a misa y se celebran más de 9,5
millones de eucaristías al año. Además, en España, en 2015
se celebraron 231.254 bautizos, 240.095 comuniones, 51.810
bodas y 25.354 unciones de enfermos.
En segundo lugar, la actividad pastoral consiste en hacer
llegar el Evangelio o la Palabra de Dios a todos los
hombres. “Id al mundo entero y predicad el Evangelio” esto
es lo que Jesús dijo a sus de discípulos y es lo que le
corresponde hacer a la Iglesia. Y para ello, la Iglesia
necesita personas y lugares dónde predicar. Como dato, en
España, en 2015, había que mantener 22.999 parroquias,
18.576 sacerdotes, 101.751 catequistas, 827 monasterios,
9.154 monjes de clausura, etc.
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Por otra parte, la actividad misionera de la Iglesia
consiste en hacer llegar el Evangelio a los más necesitados
o a los que no lo conocen y para ello hacen falta muchos
misioneros. Por ejemplo, en 2015, había un total de 13.000
misioneros españoles: de estos 13.000, 9.074 estaban en
América, 788 estaban en Asia, 1.460 estaban en Europa, 1.636
estaban en África y 42 estaban en Oceanía.
El Concilio Vaticano II afirma en la Gaudium et spes, N.31:
“Particularmente la educación de los jóvenes, sea el que sea
el origen social de estos, debe orientarse de tal modo que
forme hombres y mujeres que no solo sean personas cultas,
sino también de generoso corazón, de acuerdo con las
exigencias apremiantes de nuestra época”. Para ello, la
Iglesia pone en práctica la actividad educativa creando
centros educativos católicos. Ahora mismo en España hay
125.517 trabajadores y 1.476.918 alumnos.
Por último, la actividad asistencial consiste en hacer la
Iglesia cercana a los más variados ámbitos sociales y
culturales.
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En el
gráfico de la siguiente columna se observa el aumento de los
Centros Sociales y Asistenciales en un incremento del 70 %
(los datos son de 2014).
También existen muchas ONGs que ayudan a la Iglesia con esta
labor. Como, por ejemplo, Cáritas que durante el año 2016,
ha invertido más de 358 millones de euros en programas y
acciones de acompañamiento a las personas más empobrecidas,
ha construido oportunidades para 3.508.319 personas en
situación de mayor exclusión social y, para llevar a cabo
todo esto, ha contado con 84.000 voluntarios.
En conclusión, el dinero que consigue la Iglesia se invierte
en todas estas actividades. Como indicábamos al inicio, la
finalidad de la Iglesia es espiritual, pero los hombres
necesitamos de los medios materiales para alimentarnos,
educarnos y vivir con un mínimo de dignidad. La Iglesia nos
ayuda. |