Nació probablemente, en 1491, en el
castillo de Loyola.
Era el más joven de los ocho hijos y
tres hijas. Se dedicó a las armas, pero su breve carrera
militar terminó abruptamente el 20 de mayo de 1521, cuando
una bala de cañón le rompió la pierna durante la lucha en
defensa del castillo de Pamplona.
Durante su convalecencia leyó una
historia de Cristo y un volumen de vidas de santos lo que le
supuso una conversión interior y resolvió imitar a los
santos y empezar por hacer penitencia y llorar sus pecados.
Al terminar la convalecencia, hizo una
peregrinación al santuario de Nuestra Señora de Montserrat,
donde determinó llevar vida de penitente. Su propósito era
llegar a Tierra Santa y para ello debía embarcarse en
Barcelona. La ciudad se encontraba cerrada por miedo a la
peste que azotaba la región. Así tuvo que esperar en el
pueblecito de Manresa, no lejos de Barcelona y a tres leguas
de Montserrat. Para orar y hacer penitencia, se retiraba a
una cueva de los alrededores. Así vivió durante casi un año.
San Ignacio
En febrero de 1523, Ignacio por fin
partió en peregrinación a Tierra Santa. En 1524, llegó
de nuevo a España, donde se dedicó a estudiar y en febrero
de 1528 marchó a estudiar a París.
Allí se reunió con otros compañeros e
hicieron voto de pobreza, de castidad y de ir a predicar el
Evangelio en Palestina, o, si esto último resultaba
imposible, de ofrecerse al Papa para que los emplease en el
servicio de Dios como mejor lo juzgase. Fueron ordenados
sacerdotes e Ignacio fundó la Compañía de Jesús.
Ignacio pasó el resto de su vida en
Roma, consagrado a la colosal tarea de dirigir la orden que
había fundado. Murió en Roma el 31 de julio de 1556.Fue
canonizado en 1622.
Fue nombrado Patrón de la Diócesis de
Bilbao por Pío XII en la Bula de erección de la Diócesis
“Quo commmodius” del 2 de noviembre de 1949. Era ya Patrono
del Señorío de Bizkaia por elección de las Juntas Generales
de Gernika en 1680 ratificada por Inocencio XI en 1682.