Dpto. Religión

4º ESO

Curso 2007/08

AÑO  1302 /    BULA UNAM SACTAM

Tomás Ibar

                                                                                                                

Nació en Anagni en 1235. Su padre, Lofredo, descendía de una familia española establecida en Italia y su madre pertenecía a la casa de Segni, que ya había dado tres Papas a la Iglesia. Estudió Derecho en Todi y Bolonia. Ingresó en la Curia bajo Nicolás III (abogado consistorial y notario apostólico). Martín IV le promovió a cardenal diácono, con el título de S. Nicolás in carcere Tulliano (1281), y Nicolás IV a cardenal presbítero, con el título de los S. Silvestre y Martín del Monte (1291). El 24 de diciembre de 1294, después de la renuncia de Celestino V, fue elegido Papa en el Castel Nuovo de Nápoles. Murió en Roma el 11 ó 12 de octubre de 1303.

El pontificado de Bonifacio VIII estuvo enteramente marcado por el signo de la contradicción. Uno de los enfrentamientos más duros fue con el rey francés Felipe IV el Hermoso.

En 1300 Felipe el Hermoso de Francia necesitado de dinero, había impuesto una tasa sobre las rentas del clero. Este hecho, visto por el Papado como una interferencia en los asuntos de la Iglesia, respondía a los planteamientos regalistas de la corte del rey francés, que ignoró las quejas del Papa y acusó de traición a un obispo. Bonifacio promulgó entonces la bula Unam Sanctam, en la que defendía la autoridad eclesiástica y su independencia.

La bula papal de Bonifacio VIII, emitida el 18 de Noviembre de 1302 y en su primera parte trata extensamente de la relación de los poderes temporales y espirituales en la Iglesia 

La bula establece ciertas posiciones dogmáticas acerca de la unidad de la Iglesia, la necesidad de pertenecer a ella para lograr la salvación eterna, y la obligación que de ahí se deriva de someterse al Papa para pertenecer a la Iglesia y así alcanzar la salvación. El Papa ahonda además en la supremacía de lo espiritual en comparación con el orden secular. Y a partir de ahí llega a conclusiones sobre la relación entre el poder espiritual de la Iglesia y la autoridad secular. Las principales proposiciones de la bula son las siguientes:

Primero, a partir de varios pasajes bíblicos y referencias al arca del diluvio universal y a la túnica sin costura de Cristo se declara y establece la unidad de la Iglesia y su necesidad para la salvación. Enseguida afirma el Papa que la unidad de la cabeza de la Iglesia, establecida en Pedro y sus sucesores, es idéntica a la unidad del cuerpo de la Iglesia. Consecuentemente, todo quien desee pertenecer al rebaño de Cristo queda bajo el dominio de Pedro y sus sucesores.

Felipe el Hermoso

Enseguida aparecen algunos principios y conclusiones referentes al poder espiritual y secular:

Hay dos espadas en poder de la Iglesia y ambas están en poder de la Iglesia. La espiritual es utilizada por la Iglesia a través de la mano del clero; la Iglesia emplea la secular a través de la mano de la autoridad civil, bajo la dirección del poder espiritual.

Una espada debe estar subordinada a la otra: el poder terrenal debe someterse a la autoridad espiritual, pues ésta tiene precedencia sobre aquél a causa de su grandeza y sublimidad; la autoridad espiritual tiene derecho a establecer y conducir a la secular, e incluso a juzgarla cuando no actúa correctamente. El poder terrenal es juzgado por el espiritual cuando se desvía; un poder espiritual inferior es juzgado por uno superior, y éste es juzgado por Dios.

Tal autoridad, aunque se le otorga al ser humano y es ejercida por él, no constituye una autoridad humana. Es una autoridad divina, otorgada a Pedro por decisión divina y, así mismo, confirmada en él y en sus sucesores. Quienquiera que se oponga a esta autoridad ordenada por Dios se opone a la ley de Dios y, al igual que los maniqueos,  parece aceptar dos principios.

La bula tiene carácter universal. Su contenido hace una distinción cuidadosa entre los principios fundamentales relativos a la primacía romana y las declaraciones sobre la forma en que se deben aplicar al poder secular y a sus representantes. En el margen del texto de la bula se establece la última frase como su definición verdadera: “Declaratio quod subesse Romano Pontifici est omni humanae creaturae de necessitate salutis” (se declara, por tanto, que es necesario para la salvación que cada creatura humana se someta a la autoridad del pontífice romano).        

 

Bibliografía

Gran Enciclopedia Rialp

Enciclopedia católica

Enciclopedia católica