Introducción ;
La conquista de la península Ibérica y la entrada en Europa por
occidente ; Batalla de
Covadonga ; Bibliografía
Introducción
Al
morir Mahoma en el año 632, su dominio no alcanzaba siquiera a la
totalidad de Arabia. Sólo después de su muerte los adeptos de la
nueva religión irrumpieron en los países civilizados, saliendo de
los desiertos de Arabia septentrional. Más tarde ya habían
conquistado toda Asia.
En el
año 635 cayó en sus manos Damasco, la primera capital del nuevo
imperio, y en 637 conquistaron la Mesopotamia inferior y
Jerusalén. En 641 cayó Edesa. Luego los árabes penetraron en
Persia; en 646 conquistaron las regiones del Kars y Khorassan; en
656 era árabes toda Persia hasta Oxus y toda Armenia hasta el
Cáucaso. Al mismo tiempo estaba en marcha la conquista del oeste.
Ya en 641 cayó Alejandría y con ella Egipto entero. En 644 toda la
costa hasta Trípoli estaba en manos de los árabes. Chipre fue
ocupada en 650 .Luego vino un parón en Occidente. Cártago no cayó
hasta 690, pero después de su conquista se reemprendió el
incontenible avance a lo largo de la costa africana. En el año 710
estaban los árabes en Ceuta y en el 711 pasaron el estrecho de
Gibraltar.
El
objetivo de los árabes era someter el mundo a la soberanía de Alá,
pero no por ello obligaban a la gente a adherirse al Islam. De
todos modos la idolatría era para ellos una abominación, y cuando
se encontraban con un pueblo pagano, lo convertían a la fuerza.
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En
menos de cien años los árabes habían conquistado un imperio
que, si no en número de habitantes, sí al menos en extensión,
superaba en mucho al antiguo Imperio Romano. Se habían hecho
los dueños del Mediterraneo. |
La conquista de la península Ibérica y la entrada en Europa por
occidente
En el
año 709 muere Witiza, rey visigodo de Hispania. Los nobles eligen
al conde de la Bética, don Rodrigo como nuevo rey. Los herederos
de Witiza, no aceptan la elección y empiezan las batallas por la
sucesión.
Los
witizanos se dirigen a buscar ayuda al norte de África. Musa ben
Nusayr, gobernador de ese territorio ordena a su teniente Tariq
ibn Ziya, que cruce el estrecho de Gibraltar. Tariq cruzó el
estrecho en el año 711 d.C. al mando de 10.000 guerreros, en su
mayoría beréberes del norte de África.
Mientras todo esto acontecía, el rey visigodo se encontraba en el
norte de la Península Ibérica combatiendo a los vascones en
Pamplona. La noticia le tarda en llegar dos o tres semanas. La
crisis que padecía el reino visigodo en aquellos fatídicos
momentos, con continuas confabulaciones y guerras fratricidas
entre la nobleza para hacerse con el trono limitaron
considerablemente el margen de maniobra de Rodrigo a la hora de
reclutar un ejército con que hacer frente a la invasión, viéndose
obligado a aceptar la interesada ayuda de los witizanos cuya
traición desconocía. Tal como fuere pudo organizar en Córdoba
precipitadamente un ejército de 40.000 hombres y partir al
encuentro de Tariq.
El choque tuvo lugar en
Gaudalete. Durante dos días ambos bandos se tantean en sangrientas
escaramuzas. Una vez tuvo comienzo la batalla, los hijos de Witiza
y sus partidarios siembran la discordia entre las filas de
Rodrigo, traicionándole al retirarse y dejando desprotegidos los
flancos del ejército, ante el asombro de los partidarios del
monarca. El centro del ejército de Rodrigo resistió cuanto pudo
pero al final cedió.
Los restos de las maltrechas tropas visigodas se habían
refugiado en Écija. Hasta allí las persiguió Tariq y obtuvo
una nueva victoria que desbarató definitivamente la capacidad
de resistencia del ejército visigodo. Muchos descontentos se
fueron uniendo a las tropas de Tariq, que encontró la
colaboración de la población judía. Desde Écija, Tariq inició
un paseo militar que le llevó a conquistar Córdoba y Toledo
sin apenas resistencias, aniquilando así los restos del reino
visigodo.
Las tropas musulmanas, con Tariq a la cabeza, llegaron hasta
Toledo que les abrió las puertas (allí estaba Oppas, el
hermano de Witiza). |
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Con
posterioridad Musa desembarcaría él mismo en Algeciras al mando de
18.000 árabes que reforzarían al contingente de Tariq,
prosiguieron la ocupación de las tierras hispanas hasta el valle
del Ebro, Asturias y Galicia y su intento de invadir el resto de
Europa a través del reino franco merovingio.
Batalla de Covadonga
Unos
pocos años más tarde, en 718, en su intento por hacerse rápidamente
con toda la Península, el gobernador musulmán de Córdoba envió sus
soldados hacia el norte (actual Asturias). Las tropas de don
Pelayo lograron atraer a los soldados musulmanes a una emboscada y
los derrotaron. En ese momento se inició la reconquista. La
referencia más antigua a este suceso, se encuentra en la Crónica
de Alfonso III:
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«...Pelayo, habiendo
conseguido escapar a los musulmanes y refugiándose en
Asturias, es elegido rey por una asamblea, y organiza la
resistencia de los asturianos en el monte Auseva, en la "cova
dominica" (Covadonga). Contra él marcha un ejército
innumerable, mandado por Alcama, compañero de Terec, y con el
que va también Opas, hijo de Witiza y metropolitano de Toledo
o Sevilla, quien mantiene con Pelayo un dramático diálogo.
Fracasada la mediación intentada por Opas, comienza la
batalla; pero la flechas y las piedras lanzadas por las hondas
se vuelven para herir a los atacantes, que acaban por huir
quedando Alcama muerto y prisionero Opas. Al bajar los
fugitivos el monte Auseva, para alcanzar Liébana, un monte se
desplomó sobre ellos, muriendo 63.000 caldeos…». |
Fuera
lo que fuera, la importancia real de la batalla fue grande, por
cuanto pasó a convertirse en el símbolo de la Reconquista y
porque, según la tradición legendaria que hace creer que gracias a
la aparición de la Virgen, Pelayo y sus tropas diezman a los
musulmanes.
El
avance árabe por Europa se detuvo definitivamente en 732 por la
victoria de Carlo Martel en Poitiers.
Bibliografía
Gran Enciclopedia Rialp
Hertling, Ludwig; Historia de la Iglesia
Orlandis, José; Historia de la Iglesia
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