El saqueo de Constantinopla

 

Entrada de los cruzados en Constantinopla

Mientras el ejército cruzado invernaba en Zara, llegó un mensajero portador de una oferta del pretendiente al trono bizantino, Alejo. Si el ejército cruzado se desviaba hasta Constantinopla y le ayudaba a reconquistar su trono, Alejo no sólo estaba dispuesto a garantizar el pago de la deuda que los cruzados habían contraído con Venecia, sino que además se comprometía a aportar a la Cruzada: 

-200.000 marcos de plata

-unirse a la cruzada con 10.000 hombres

-dejar un destacamento permanentemente en Tierra Santa

-someter a la Iglesia Griega a la autoridad de Roma

 Aunque los lideres de la Cruzada veían esta como la única solución, el grueso de las tropas estaban cansadas y querían cumplir su voto de ir a luchar a Tierra Santa y no querían luchar por un emperador Bizantino por lo que hubo muchos que abandonaron.

El 24 de junio de 1203 el ejército cruzado se encontraba ante Constantinopla.

 Sus primeros intentos de conquistar Constantinopla no tuvieron fruto, pero el 17 de julio los venecianos lograron abrir una brecha en las murallas. Creyendo inminente la caída de la ciudad, el emperador Alejo III decidió huir. Los dignatarios imperiales, para resolver la situación, sacaron de la cárcel al depuesto emperador Isaac II Ángelo, padre de Alejo y lo restauraron en el trono.

Tras unos días de negociaciones, llegaron a un acuerdo con los cruzados por el cual Isaac y Alejo serían nombrados co-emperadores. Alejo IV fue coronado el 1 de agosto de 1203 en la iglesia de Santa Sofía.

El nuevo emperador Alejo IV empezó cumpliendo sus promesas, pero no tenía suficiente dinero como para cumplirlas todas. Para ganar tiempo ofreció a los cruzados el quedarse en Constantinopla, ampliando a sus expensas el alquiler de la flota Bizantina durante otro año más. Alejo IV, para su desgracia, no contaba con el extendido sentimiento anti-occidental que existía en Constantinopla.

Los habitantes de Constantinopla estaban muy descontentos con su nuevo emperador, no querían pagar mayores impuestos para los cruzados. Este sentimiento anti-occidental, junto a tumultos provocados por los cruzados, y el saqueo que estos estaban llevando a cabo al ver que no les iban a pagar, desembocó en el asesinato de Alejo IV, a manos de un cortesano que se proclamaría Alejo V.

Los cruzados deliberaron sobre lo que convenía hacer. Decididos a recuperar la ciudad por la fuerza y a colocar en el trono a un emperador latino, no lograban sin embargo ponerse de acuerdo acerca de quién sería el mejor candidato de entre ellos a ocupar el trono imperial. Bonifacio, el jefe de la expedición, no estaba bien visto por los venecianos. Finalmente se decidió que se formaría un comité electoral, compuesto de seis delegados francos y seis venecianos, que elegiría al emperador.

Atacaron por primera vez la ciudad el 6 de abril de 1204, pero fueron rechazados con un gran número de bajas. Seis días después reiniciaron el ataque. Los cruzados consiguieron abrir una brecha en la muralla en el barrio de Blanquerna. Al mismo tiempo, se produjo un incendio en la ciudad, y la defensa bizantina se desmoronó. Los cruzados y los venecianos entraron en la ciudad. Alejo V huyó a Mosynópolis.

El saqueó de Constantinopla incluyó el de sus iglesias y fue muy destructivo, duró tres días, ya que era una de las ciudades más ricas del mundo. El pillaje y la destrucción alcanzaron niveles insospechados. Gran parte de la riqueza artística y cultural que había hecho de Constantinopla la envidia del mundo, fue dañada. Las bibliotecas fueron quemadas, los monumentos destruidos o robados (como los caballos de mármol que adornaban el hipódromo, los cuales todavía están en la plaza de San Marcos en Venecia), las iglesias fueron despojadas de sus ornamentos....

Tal y como habían acordado antes de tomar Constantinopla el nuevo Emperador fue elegido por delegados venecianos y franceses. El nuevo emperador del nuevo Imperio Latino fue Balduino, que se quedo con la cuarta parte del territorio, mientras que el resto se lo dividirían entre los venecianos y los franceses. Lo curioso es que una Cruzada que originalmente fue convocada para salvar Constantinopla acabase con su destrucción.

En Abril del 1205, la cuarta cruzada fue disuelta, dándola por finalizada tras siete años sin haber cumplido su objetivo original que era recuperar la ciudad Santa de Jerusalén.

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