Dpto. Religión

4º ESO

Curso 2006/07

AÑO 5  -  7 a. C.      /    NACIMIENTO DE CRISTO

 

 

 

 

 

                                                                                                                

La redacción de esta apartado lo hemos dividido en 4 secciones: la fecha del nacimiento de Jesús; la tierra de Jesús; la sociedad de Israel y la existencia histórica de Jesús.

La fecha del nacimiento de Jesús

La fecha oficial del nacimiento de Cristo, mediante la cual medimos los años, fue fijada por el sabio Dionisio el Exiguo (el pequeño) en el año 532 usando el calendario juliano (un calendario imperfecto que fue sustituido en el siglo XVI por el actual calendario gregoriano).

Hasta entonces, la medida de las fechas se hacía en base a la fundación de Roma; el papa Juan I encargó a Dionisio el Exiguo que cambiase el calendario para medir las fechas en base al nacimiento de Cristo. El sabio hizo un recuento de acontecimientos y fechas importantes y llegó a la conclusión de que Cristo había nacido en el año 753 de la fundación de Roma, que pasó a ser el año 1 de la era cristiana.

Sin embargo, Dionisio el Exiguo cometió un error de cálculo de unos 6 años al datar el reinado de Herodes I el Grande (aunque hay quienes dicen que el error es de 4 o incluso de 7 años); dicho error, conocido desde hace tiempo, ha sido asumido por los historiadores para no provocar un baile de fechas tremebundo con la corrección.

La tierra de Jesús

Jesús vivió en Palestina, un pequeño país situado en la parte más oriental del mar Mediterráneo, con una extensión de 25.000 km. Limitaba al norte con los montes del Líbano que la separaban de Fenicia y Siria; al sur, con el desierto de Negueb; al este, con el gran desierto de Arabia, y al oeste, con el mar Mediterráneo.

Se calcula que Palestina tendría unos 700.000 habitantes en tiempos de Jesús. Su capital, Jerusalén, podría contar con unos 30.000 habitantes.

El río Jordán dividía y divide a Palestina en dos grandes regiones:

Cisjordania: formada por Galilea, Samaría, Judea e Iturea.

Transjordania: constituida por la Decápolis y Perea.

 

La sociedad de Israel

A lo largo de la historia, Palestina había sido gobernada de múltiples maneras. Los israelitas tuvieron gobiernos teocráticos (dirigidos directamente por Dios), de jueces, de reyes y de dominadores. Desde que en el año 63 a. C., Pompeyo conquistó para Roma la nación de Palestina había sido gobernados por reyes, como Herodes el Grande (37-4 a. C.), o por sus hijos, herederos del reino.

Palestina en tiempos de Jesús

En tiempos de Jesús, uno de sus descendientes, Herodes Antipas, reinaba en Galilea y Perea. Sin embargo, Judea y Samaría estaban gobernadas por un procurador o gobernador romano; Poncio Pilato (26-36 d. C.) fue quien condenó a muerte a Jesús.

Los romanos respetaron la religión y las costumbres del pueblo judío, aunque se reservaron el derecho de nombrar a los sumos sacerdotes. Apoyaron la asamblea del sanedrín, formada por 71 miembros, porque controlaba la vida de la población bajo sus dominios.

 El pueblo judío mantenía sus creencias fundamentales basadas en su fe en el Dios único, Yahvé, en la esperanza de un Mesías y en el cumplimiento de la ley de Moisés. El Templo de Jerusalén era el lugar de encuentro con Dios y el centro del poder religioso, político y económico. La sinagoga era donde se reunían los judíos para hacer la oración y para el estudio de la ley.

En Palestina existían diversos grupos sociorreligiosos:

Los saduceos eran ricos, interpretaban al pie de la letra la ley escrita y toleraban a los romanos.

Los fariseos formaban la clase media, cumplían estrictamente la ley y rechaza­ban a los romanos.

Los celotas eran religiosos fanáticos y enemigos de los romanos.

Los esenios vivían en las cuevas de Qumrán, junto al mar Muerto, y se dedica­ban al estudio de la Biblia y a la oración en común.

 

La existencia histórica de Jesús

Partimos de la base que Jesús es el Hijo eterno del Padre; el Mesías esperado por el pueblo de Israel. Sin embargo, en este apartado vamos a contemplar la existencia "histórica" de Jesús. ¿Qué nos dicen los documentos históricos sobre la existencia de un personaje del siglo I que reunió a un grupo de discípulos y que fundó la Iglesia?

Los documentos que nos hablan de Jesús los podemos dividir en "documentos no cristianos" y "documentos cristianos". Entre los primeros se encuentran documentos de origen judíos y romanos.

 

Documentos no cristianos

Documentos judíos

El historiador romano Flavio Josefo, nacido el año 56, escribió sus Anales hacia el 116.

«Siendo así, Anás considero que se presentaba una ocasión favorable cuando Festo murió y Albino se encontraba aún de viaje; convocó una asamblea de jueces e hizo comparecer a Santiago, hermano de Jesús llamado el Cristo, y a algunos otros, y presento contra ellos la acusación de ser transgresores de la ley, y los condenó a ser lapidados»

 Favio Josefo, Antiquitates iudaicae XX, 200.

«Por este tiempo vivió Jesús, un hombre sabio, si se le puede llamar hombre, que realizaba obras extraordinarias, maestro de todos los hombres que acogen con gusto la verdad. Arrastró a muchos judíos y a muchos paganos. Él era el Mesías. Aunque, por instigación de nuestras autoridades, Pilato lo condenó a morir en la cruz, los que antes lo habían amado no lo abandonaron, porque al tercer día se les apareció vivo de nuevo, como lo habían previsto los profetas, que además habían anunciado muchas cosas admirables sobre él. Hasta el día de hoy sigue existiendo el linaje de los cristianos, que se denomina así por él»

 Favio Josefo, Antiquitates iudaicae XVIII, 63-64

Rollos de la Torá

En el Talmud, que son escritos judíos en los que se recogen las enseñanzas y los comentarios de los rabinos y los doctores de la ley, se lee una referencia a Jesús:

«La víspera de la Pascua fue colgado Jesús. Desde cuarenta días antes el pregonero había gritado diciendo: "Es sacado a lapidar porque ha practicado la hechicería, y ha seducido, y lleva a Israel por mal camino. Quien tenga algo que decir en su defensa, que venga y lo diga".

Y como nada fue presentado en su defensa, fue colgado la víspera de la Pascua»

 TB, Sanedrín VI, 1; f.43a

 

Documentos romanos

El gobernador de Asia Menor, Plinio el joven, vivió entre los años 61 y 113. En una carta dirigida al emperador Trajano, habla de los cristianos y de los juicios que contra ellos realizaba.

«Maestro, es una regla para mí someter a tu consideración todas las cuestiones en las que tengo dudas. ¿Qué podría hacer mejor para dirigir mi inseguridad o instruir mi ignorancia?

Nunca he participado en las investigaciones sobre los cristianos. Por tanto no sé qué hechos ni en qué medida deban ser castigados o perseguidos. Y con no pocas dudas me he preguntado si no habría que hacer diferencias por razón de la edad, o si la tierna edad ha de ser tratada del mismo modo que la adulta; si se debe perdonar a quien se arrepiente, o si bien a cualquiera que haya sido cristiano de nada le sirva el abjurar; si ha de castigarse por el mero hecho de llamarse cristiano, aunque no se hayan cometido hecho, probables, o las acciones reprobables que van unidas a ese nombre.

Mientras tanto, esto es lo que he hecho con aquellos que me han sido entregados por ser cristianos. Les preguntaba a ellos mismos si eran cristianos. A los que respondían afirmativamente, les repetía dos o tres veces la pregunta, amenazándolos con suplicios: a los que perseveraban, los he hecho matar. No dudaba, de hecho, confesaran lo que confesasen, que se los debiera castigar al menos por tal pertinacia y obstinación inflexible».

Cayo Plinio Cecilio Segundo, Epistolarum ad traianum Imperatorem cum eiusdem responsis liber X, 96

 

El historiador romano Tácito, nacido el año 56, escribió sus Anales hacia el 116. El texto en que menciona a Cristo, figura entre los relatos de la actividad de Nerón. Al comentar las consecuencias del incendio de Roma en el año 64 d.C. dice:

«Ni con los remedios humanos ni con las larguezas del príncipe o con los cultos expiatorios perdía fuerza la creencia infamante de que el incendio había sido ordenado.

En consecuencia, para acabar con los rumores, Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba crestianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquel de quien tomaban nombre, Cresto, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato.».

Cornelio Tácito, Anales XV, 44

Cornelio Tacito

Suetonio era, contemporaneo de Plinio el joven, trabajó en la corte imperial. Los cargos que desempeñaba le permitían el acceso a los archivos de palacio, a la correspondencia de César y Augusto, a sus testamentos, a los escritos de Nerón y a muchos otros documentos oficiales. Con esas fuentes compuso sus Vitae Caesarum, que tienen una gran importancia histórica, ya que pudo utilizar fuentes de primera mano. El libro quinto de su obra está dedicado a Claudio, que gobernó el Imperio del 41 al 54 d.C. La mención a los acontecimientos que nos ocupan es muy breve: sólo un nombre. Aparece cuando evoca la decisión del emperador Claudio de expulsar de Roma a los judíos:

«Expulsó de Roma a los judíos, que provocaban alborotos continuamente a instigación de Cresto».

Suetonio, Vida de Claudio, 25, 4.

Documentos cristianos

El principal testimonio cristiano sobre la vida y la predicación de Jesús se halla en los cuatro evangelios escritos por los evangelistas san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan. Sin embargo, no son una biografía de Jesús, ni dicen todo lo que él hizo y enseñó, sino que son unos testimonios de fe en Jesús muerto y resucitado.

Tras recibir el Espíritu Santo, el día de Pentecostés, los apóstoles comenzaron a predicar lo que Jesús había dicho y hecho. los evangelistas, sirviéndose de las cosas que ya se transmitían de pala­bra o por escrito, escribieron los cuatro evangelios que hoy conocemos. San Lucas dice así en el prólogo de su Evangelio:

«Ya que muchos se han propuesto componer un relato de los acontecimientos que se han cumplido entre nosotros, según nos lo transmitieron quienes desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, des­pués de haber investigado cuidadosamente todo lo sucedido desde el principio, escribirte una exposición ordenada, ilustre Teófilo, para que llegues a comprender la autenticidad de las enseñanzas que has recibido».

Evangelio de san Lucas 1, 4

 

¿Son los Evangelios auténticos?

Es esta una pregunta que nos podemos formular. Resulta que la seguridad que tenemos sobre la autenticidad de los Evangelios es muy superior a la seguridad que tenemos sobre textos de los que nadie duda, por ejemplo, las obras de Julio Cesar, las obras de Horacio o de Virgilio.

Hemos realizado una tabla que nos parece interesante

 

Autor

Fecha del original

Fecha del manuscrito más antiguo

Distancia de la 1ª copia con el original

Evangelio de san Juan

98-100 125 (1er fragmento) 30 años

Nuevo Testamento

50-100 Inicios del siglo III 100 años

Obras de Virgilio

siglo I a. C. Siglo IV ███████ 5 siglos

Obras de Horacio

siglo I a. C. Siglo VIII █████████ 9 siglos

Obras de Julio Cesar

siglo I a. C. Siglo X ████████████ 11 siglos

Obras de Tácito

siglo I d. C. Siglo XV █████████████ 14 siglos

Obras de Platón

siglo V-IV a. C. 895 d. C. █████████████ 14 siglos