ÍNDICE

 

INICIO

¿QUÉ ES LA MISA?

RITOS INICIALES

LITURGIA DE LA PALABRA

OFERTORIO

PREFACIO Y PLEGARIA EUCARÍSTICA

COMUNIÓN

HISTORIA de DIMAS

ORACIONES

VOCABULARIO

ACTIVIDADES

CRÉDITOS

ORACIONES

 

Oraciones para la preparación de la Santa Misa

Canto de entrada y saludo

Acto Penitencial

Liturgia de la Palabra

Liturgia Eucarística

 Prefacio

Rito de la Comunión

Rito de la Paz

Bendición final

Oraciones para dar gracias después de la Comunión

 

Oraciones para la preparación de la Santa Misa

 Ofrecimiento de la Misa

Señor, concédenos participar con verdadero amor, atención y piedad de esta Eucaristía que te ofrecemos, primero, para adorarte y agradecerte todos tus beneficios que nos has hecho; segundo, para pedirte perdón de nuestros pecados y los de todos los hombres; tercero, para suplicarte las gracias que nos son necesarias para nuestra vida y para este día en concreto.

Te ofrezco en particular esta Misa de hoy por (expresa la intención que quieras).

Concédenos, Señor asistir a esta Misa con los mismos sentimientos de amor y piedad de tu Madre al pie de la Cruz. Con el espíritu y fervor con que la vivieron los santos.

Te suplico que nos ayudes a prepararnos para recibirte dignamente, lo mejor que podamos.

 Oración a la Santísima Virgen María

Madre de piedad y de misericordia, Santa María: yo, hijo pequeño tuyo, confío en ti con todo mi corazón y mi afecto. Acudo a tus brazos para que, de la misma forma que estuviste junto a tu Hijo, pendiente de la cruz, también estés junto a mí y junto a todos los que asistimos hoy a Misa aquí y en todo el mundo, para que ayudados con tu gracias, sepamos ofrecer el día a Dios nuestro Señor.

  Canto de entrada y saludo

 Sacerdote: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén

S.: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros.

T.: Y con tu espíritu.

Acto Penitencial

 S.: Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.

 T.: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.  Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.

 S.: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

T.: Amén.

S.: Señor, ten piedad.

T.: Señor, ten piedad.

S.: Señor, ten piedad.

T.: Señor, ten piedad.

S.: Señor, ten piedad.

T.: Señor, ten piedad.

Liturgia de la Palabra

 L.: Palabra de Dios.

T.: Te alabamos Señor.

S.: El Señor esté con vosotros.

T.: Y con tu espíritu.

S.: Lectura del Santo Evangelio según ...

T.: Gloria a Ti, Señor.

S.: Palabra del Señor

T.: Gloria a Ti, Señor Jesús.

 (A continuación tiene lugar la homilía y la «Oración de los fieles»).

Liturgia Eucarística

 S.: Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.

T.: Bendito seas por siempre, Señor.

 S.: Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.

T.: Bendito seas por siempre, Señor.

 S.: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.

T.: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.

 Prefacio

 S.: El Señor esté con nosotros.

T.: Y con tu espíritu.

S.: Levantemos el corazón.

T.: Lo tenemos levantado hacia el Señor.

S.: Demos gracias al Señor, nuestro Dios.

T.: Es justo y necesario.

 T.: Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.

Rito de la Comunión

 S.: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza nos atrevemos a decir:

 T.: Padrenuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

 S.: Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

 T.: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor.

 S.: Señor Jesucristo, que dijiste a los apóstoles: "La paz os dejo, mi paz os doy", no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

T.: Amén.

 Rito de la Paz

S.: La paz del Señor, esté siempre con vosotros.

T.: Y con tú espíritu

 S.:Daos fraternalmente la paz.

 

T.: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

 

S.: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

 T.: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

Bendición final

S.: El Señor esté con vosotros

T.: Y con tu espíritu.

 S.: La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.

T.: Amen.

 S.: Podéis ir en paz

T.: Demos gracias a Dios

 

Oraciones para dar gracias después de la Santa Misa

 A Jesús crucificado

Mírame, ¡oh, mi amado y buen Jesús!, postrado en tu presencia; te ruego con el mayor fervor imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad , verdadero dolor de mis pecados y propósito de jamás ofenderte, mientras que yo, con el mayor afecto y compasión de que soy capaz, voy considerando tus cinco llagas, teniendo presente lo que de Ti dijo el santo Profeta David: Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos.

 Oración a la Santísima Trinidad

Que te sea agradable, oh Trinidad Santísima, el tributo de mi servidumbre; dispón que el sacrificio que yo, aunque indigno, he ofrecido a la Majestad tuya, merezca aceptación; y te pido que, por tu misericordia, sea éste un sacrificio de perdón para mí y para todos por los que lo he ofrecido. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen

 Acción de gracias

¡Señor, muchas gracias por esta comunión! Sólo por esto mi vida ya ha valido la pena. Perdón por todo lo que hay dentro de mí que te pueda disgustar. Ayúdame a ser humilde, cariñoso, ordenado, sereno, fuerte, oportuno...

 Quiero quererte como la Santísima Virgen, mi Madre, y como todos los santos. Es una petición atrevida pero..., soy un niño en tu presencia que siempre quiere estar junto a Ti. 

Que mis miserias me sirvan para acercarme más a Ti, para ser más humilde y comprensivo... Hazme piadoso, que sepa buscar siempre en Ti la solución a todos los problemas. Que no me deje llevar por la visión humana; dame el optimismo de la Fe, la alegría de la Esperanza y la fortaleza del Amor. 

Te pido por mis padres, hermanos y parientes y por todos aquellos que me han pedido que les tenga presentes en mis oraciones. 

Te pido por el Papa y por la Iglesia. Por la unidad de todos los cristianos, y por todos aquellos que no te conocen. Señor, envía vocaciones fieles. Que haya mucha gente que aprenda a descubrir la alegría de la entrega. 

Ahora que te tengo dentro de mí, te pido los siete dones del Espíritu Santo. Ya sé que no me los merezco, pero me hacen falta para ponerlos a tu servicio. Purifica tanta miseria en mi vida. Señor, danos una paz real. 

Madre mía, cámbianos por dentro para que sepamos ser buenos hijos tuyos.

 Oración a San Miguel

Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del demonio. Pedimos suplicantes que Dios lo mantenga bajo su imperio; y tú, príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el poder divino a Satanás y a los otros espíritus malvados, que andan por el mundo tratando de perder a las almas. Amén.